El pasado viernes 16 impartí en la Facultad de Ciencias de
Valladolid la tercera clase/charla del curso de Astrofísica (que ya anuncié aquí anteriormente) organizado por Syrma y por el Grupo Universitario de
Astronomía. La intervención contó oficialmente con el auspicio de la Liga
Iberoamericana de Astronomía (LIADA), circunstancia que se hizo patente por
medio de un documento expedido y firmado desde la Presidencia de la LIADA y
dirigido a los responsables de la Facultad. En la misiva se hacía constar que
el evento formaba parte, a la vez, de las actividades propias de la Sección de
Estrellas Dobles de la LIADA, debido a mi vinculación a esta entidad desde hace
ya unos cuantos años en calidad de Colaborador Adjunto.
El tema que traté llevó el título de Estrellas Binarias y este
fue el texto que escribí para el resumen:
En 1802 William
Herschel anunció a la comunidad astronómica el descubrimiento del pilar
fundamental sobre el que se construiría posteriormente la astrofísica moderna:
algunas parejas de estrellas podían “permanecer unidas por el lazo de su mutua
gravitación”. Tras 25 años observando una muestra de estas estrellas binarias,
Herschel demostró y documentó que la Ley de la Gravitación Universal de Newton
era en verdad universal y trascendía más allá de las fronteras domésticas del
Sistema Solar. Al mismo tiempo, que las estrellas se orbitasen mutuamente en
íntima interacción gravitatoria alrededor de un centro de masas común,
describiendo trayectorias elípticas según la imposición de las Leyes de Kepler,
permitiría calcular de manera inmediata las masas de los astros involucrados.
Finalmente, este parámetro, la masa estelar, sería la llave para adentrarse en
el conocimiento de la evolución de las estrellas de manera general.
Efectivamente, gracias a la observación multigeneracional de estrellas binarias
-durante más de 200 años– ha sido
posible establecer una relación empírica Masa-Luminosidad que permite medir la
masa de estrellas no binarias.
En la charla se hará
un detallado repaso a toda esta apasionante aventura de las estrellas binarias,
abordando aspectos históricos, tipológicos, estadísticos y observacionales, con
la idea de dar a conocer de manera clara y didáctica esta rama capital de la
astrofísica, a la vez tan desconocida por los sectores de la población no
especializada.
Las expectativas de asistencia de público se cumplieron con
creces. Tanto es así que hubo que habilitar asientos extra para acomodar a los
asistentes que sobrepasaron el aforo del aula 304. Juntar a unas 60 personas de
las más variadas edades para hablarles de algo tan poco conocido como son las
estrellas binarias no deja de ser un logro y un orgullo para los organizadores
del curso. Es previsible que se mantenga este alto poder de convocatoria y que la
afluencia de interesados continúe en alza en las clases que restan.
A nivel interno, dentro del ámbito de Syrma, la charla del viernes
ha sido el impulso para retomar un proyecto que sesteaba desde hace años. Me
explicaré. En el año 2004 fundé SYRMA-MED, oficialmente, la Sección de
Estrellas Dobles de la Sociedad Astronómica Syrma. Las siglas MED eran la
iniciales de Micrometría de Estrellas Dobles. Por entonces el grupo estuvo
constituido por ocho miembros y durante un par de años se consagró –previo aprendizaje-
a la medición micrométrica de estrellas dobles mediante el uso de oculares
astrométricos, muy extendidos en aquella época. Coetáneamente, las webcams
estaban arrancando y las CCD aún eran un sueño para la mayoría. Recuerdo que tras
el primer año de trabajo edité la 1ª Circular Informativa para dar a conocer
los resultados obtenidos y divulgar un amplio monográfico sobre la metodología
de trabajo con los oculares micrométricos. La Junta Directiva de Syrma publicó
una tirada de ejemplares en papel que fueron repartidos por toda la geografía española.
Diez años después pienso que aquella fue una época fructífera para todos y tremendamente
interesante, pues aprendimos los secretos de hacer un trabajo sistemático y
reglado y fue la puerta a proyectos cada vez más avanzados.
Antiguos logos de SYRMA-MED. Ya se está trabajando en un nuevo diseño.
Poco a poco los
miembros del grupo fueron terminando sus estudios universitarios y abandonando,
no solamente Valladolid, sino incluso el país mismo, para ocupar puestos de
trabajo en los lugares más remotos. Así, durante los últimos años, SYRMA-MED ha
permanecido en un estado de hibernación propiciado por la falta de personal
interesado, pero también, por otros múltiples proyectos paralelos que me han
impedido atender o relanzar el grupo. Sin embargo, parece que éste es el
momento propicio para revivir este proyecto en común: al menos son cinco los socios
interesados en dedicarse a las estrellas dobles y claro, uno no sabe decir que
no. Sin duda habrá que redefinir objetivos y modernizar la forma de trabajo (ya hemos fijado fecha para la primera reunión de trabajo),
pero eso no es nada si se dispone de lo principal: potencial humano atraído por
las estrellas dobles. Ad Astra. Edgarus.