La noche es la mitad de la vida, y la mitad mejor. Goethe



lunes, 10 de febrero de 2014

LLUEVE EN SEVILLA

aunque suela ser extraño 
han pasado los años 
y hoy me tienes aquí 
enamorado de ti 
con la ropa empapada 
yo tampoco esperaba 
que todo ocurriera así 
tan sencillo de asumir 
sin secretos que encubrir.

Llueve en Sevilla 
y en sus calles mojadas 
hoy despiertan miradas 
que ayer quisieron dormir.
.......

Que sirvan los versos de esta canción de Siempre Así para enmarcar en el recuerdo mi visita a Sevilla del pasado sábado. Efectivamente, los temporales de lluvia y viento que nos hostigan estos días dejaron contundentemente su huella sobre Híspalis y me la mostraron tímida y contenida, pero no menos bella y cautivadora. Fue mi estreno sevillano y, aunque tan solo permanecí allí algo más de cinco horas, dejé hecha la promesa de regresar con tiempo suficiente para descubrir sus maravillosos secretos y disfrutar de la alegría de sus gentes abiertas.

El motivo de este viaje relámpago era visitar a José Luis Comellas en su domicilio particular para presentarle oficialmente el nuevo Catálogo Comellas de Estrellas Dobles Visuales, que recientemente hemos publicado. Se han cumplido ahora cinco años (cómo pasa el tiempo) desde aquella otra visita similar en la que mis colegas presentaron a nuestro maestro el primer número de OED, comunicándole que le habíamos nombrado Director Honorífico de la recién nacida publicación. En aquella ocasión me fue imposible asistir, razón por la cual este nuevo encuentro haya sido tan especial y tan emotivo para mí.  Además, el viaje ha servido para volver a reunirme físicamente con mis compañeros Francisco Rica, Juan Luis González y Rafael Benavides. En verdad, ya iba siendo necesaria una "dosis de colegas". A la comitiva se unió el astrónomo y doblista sevillano Francisco Soldán (recientemente nombrado Presidente de la Agrupación Astronómica Albiero), con quien mantenemos relación astronómica desde hace bastante tiempo, pero a quién ni Paco Rica ni yo aún conocíamos en persona. Como siempre, fue un verdadero placer poner realidad física a personas con las que trabajas habitualmente en la distancia. Soldán, magníficamente acompañado por su esposa y su hija, y nosotros cuatro, todos en tropel, invadimos el hogar de Comellas ya pasada la una de la tarde.

Estoy profundamente agradecido, al igual que mis compañeros, por el afectuoso recibimiento que nos hicieron tanto José Luis como su esposa, M.ª Jesús Aguirrezábal. Es muy de agradecer que las personas te abran las puertas de su casa sin restricciones y te agasajen con su hospitalidad. Así ocurrió el sábado y enseguida el ambiente se tornó sencillamente familiar. Tras las presentaciones, entregamos a Comellas un ejemplar impreso y dedicado del número 12 de OED, en el que como sabéis, hicimos la presentación del nuevo catálogo de estrellas dobles. 


María Jesús, encantadora mujer y gran conversadora, enseguida nos ofreció lo que ella denominó "un aperitivo", pero que en realidad fue una comida en toda regla, postre incluido. Así, a modo de tertulia, con las viandas de por medio y en un ambiente distendido y cordial, hablamos de astronomía como tema central, pero también de muchas otras cosas. Se relataron anécdotas de todo tipo relacionadas con la vida astronómica de José Luis. Por ejemplo, nos contó que fue su esposa quien ordenó por Ascensión Recta las más de 5000 fichas de las dobles que integrarían posteriormente su catálogo. Además, de cuando en cuando, la requería al telescopio para que diera su parecer acerca del cromatismo de las componentes de alguna pareja dudosa, pues parece ser que las mujeres aprecian mejor los colores que los hombres en condiciones de baja luminosidad. María Jesús, por su parte, ensalzó y puso en valor el titánico trabajo que desarrolló su esposo durante el tiempo de compilación del catálogo. 

Me permití abusar de José Luis y le pedí que me dedicara mis ejemplares de la Guía del Firmamento y del Catálogo de Estrellas Dobles Visuales. 

Nuestro compañero Ignacio Novalbos, tenía previsto acudir también a Sevilla viajando desde Mallorca, pero en última instancia por circunstancias, no pudo realizar la visita. De manera similar a lo que ocurrió conmigo en la reunión de 2009, Paco Rica le puso en contacto telefónicamente con Comellas. Nos consta que la llamada fue muy emotiva para Ignacio y en cierto modo pudo también compartir con todos el encuentro. 

D. José Luis conversando con Ignacio Novalbos.

Mis queridos co-editores, Rafael Benavides y Juan Luis González.

De derecha a izquierda, Paco Soldán, María Jesús, Paco Rica y la esposa de Soldán.

Una feliz María Jesús junto a los cuatro mayores doblistas.

Esta imagen constituye ya uno de mis más preciados recuerdos.

Sobre las 15:30 nos despedimos de nuestros amigos. María Jesús nos animó a todos para que no distanciáramos mucho en el tiempo una próxima visita. Procuraremos que así sea para disfrutar del sabor de otra velada inolvidable. Nunca más cierto: detrás de un gran hombre, siempre, indefectiblemente, hay una gran mujer. Muchas gracias.

Ya en la calle, paraguas en ristre en medio de un torrencial aguacero, los cuatro amigos fuimos comentando los detalles del momento tan especial que acabábamos de vivir.  Al llegar a las inmediaciones de Triana, nos refugiamos en una cafetería para tomar un café. No hubo tiempo para más: a la cinco, tras abrazos y apretones de mano, deje a mis colegas para encaminarme a la estación de Santa Justa en busca del Ave hacia Madrid. Al pasar con el taxi por el Puente de San Telmo, una Torre del Oro más ocre que de costumbre por efecto de la pertinaz lluvia, me lanzó un guiño de complicidad; estoy seguro, lo hizo. "Vuelve pronto". Prometido, lo haré. Ad astra.