La noche es la mitad de la vida, y la mitad mejor. Goethe



domingo, 19 de enero de 2014

LA QUIMERA DE UN FUERA DE CONTEXTO



Ha llegado a mis manos esta preciosa pareja. Se localizan en un rincón de la parcela de Orión, las vemos separadas por casi tres segundos de arco de separación y distan de nosotros 290 años luz. Ligero desequilibrio en magnitudes  (12,20 y 12,99), pero con un aspecto elegante y contenido, con la justa sobriedad. Aunque en la imagen no se aprecia, los colores son muy cálidos por ser dos astros rojizos de la secuencia principal con clases espectrales K4V y K9V. La pareja solo ha sido observada en dos ocasiones, la última vez en 2012, y desde 1831 los parámetros no ha variado en absoluto, por lo que es claro su movimiento propio común y su más que probable relación física. Pero aún hay más. Casi exactamente al norte de este par, a una distancia en torno a los 212", deslumbra una brillante estrella de magnitud 7,1 de color blanco-azulado y espectro A2V. Gracias a esta "enorme separación" podemos ver a las tres componentes sin problema; de otra manera, la débil parejita sería engullida por los efectos de la gran diferencia de magnitud.  Como puede intuirse, las tres estrellas están relacionadas, ya que el movimiento propio de la "nueva estrella principal" es idéntico al del sistema cerrado, así como su distancia.  Sin duda, un sugerente sistema triple. Mirad qué estampa. 


Pero juguemos algo más con el zoom para alejarnos un poco y poder observar cómo es el  entorno que rodea a nuestro sistema triple.


¿Cómo puede ser? Algo hemos hecho mal. ¿Qué ha ocurrido? Invirtamos el proceso de nuevo. A ver...


Sí, lo confieso, la historia hasta aquí contada es un simple hilo argumental, un recurso inventado con el fin de hacer patente lo que puede ocurrir si sacamos las cosas de su contexto habitual. La realidad puede distorsionarse todo lo que se nos antoje simplemente dejando volar la imaginación y siempre en base a eliminar las cosas que puedan estorbar a nuestros fines. Mayormente, estamos hablando de eso que viene a calificarse como fraude. Y aprovecho aquí para reivindicar la virtud por excelencia de la que debe hacer gala todo astrónomo que se precie: la honestidad.

La "estrella principal" de nuestro relato no es otra cosa que la Luna llena de enero (la llamada Luna del Lobo), la cual, desdibujada por el efecto de las nubes y una vez aislada y sin referencias, puede tomar el aspecto de una estrella brillante bastante saturada registrada por una CCD. Pero, ¿y nuestra pareja de "enanas rojas"? Puede parecer increíble pero no es más que el planeta Júpiter... movido. Nada más sencillo:  la realidad siempre supera a la ficción.
Me explicaré. La imagen fue tomada el 15 de enero en torno a las 22:00 horas por mi amiga Susana Suárez, desde Zaratán, Valladolid. Susana es una mujer incansable, luchadora y tremendamente ocupada e implicada. Aunque sus días son laboral y socialmente muy intensos, siempre reserva unos segundos para  la astronomía. A veces, literalmente, le bastan unos pocos segundos para mirar al cielo, sacar el teléfono y tomar una instantánea. Así, sin más florituras, se puede inmortalizar una bonita estampa: en este caso la conjunción de la Luna con Júpiter. El carácter doble de Júpiter en la imagen se debe precisamente a la espontaneidad de la captura fotográfica, que se hizo a pulso en plena calle. Obviamente, la Luna también está movida pero el pequeño desplazamiento angular es apenas imperceptible al tratarse de una fuente mucho más extensa.

Como bien me apuntaba Susana en su correo, faltaban unas pocas horas para que esta Luna llena alcanzara el apogeo, el punto más lejano de su  órbita elíptica alrededor de la Tierra. El caso es contado hoy en la página de la NASA, Astronomy Picture of the Day, donde se explica que esa Luna llena del apogeo será la más pequeña de 2014. Obviamente, la diferencia en el tamaño angular aparente entre las Lunas llenas más grandes y las más pequeñas es difícil de apreciar a simple vista porque la diferencia en distancia entre el apogeo y el perigeo es tan solo de unos 50000 km, mientras que la distancia media a la Luna es de 385000 km. También se apunta que esta Luna llena del apogeo ha sido la más pequeña de los últimos 1000 años y mantendrá el título hasta que una Luna llena ligeramente más pequeña se lo arrebate muy cerca del apogeo del año 2154. La imagen que acompaña estos comentarios es una preciosidad: el Observatorio Lick ante una enorme luna saliente. No deja de ser curioso que este observatorio, en el siglo pasado,  fue cuna de intensas y muy fructíferas observaciones de estrellas dobles. Parece que hemos cerrado el círculo y hemos vuelto a las dobles.


Agradezco a Susana sus imágenes (no son estas las primeras que me regala) porque son ejemplo de frescura y de amor por la astronomía en el más puro estado: siempre, cada día, debe existir un momento para mirar al cielo. Es una sana costumbre que nos hace más humildes y eso es de agradecer, pues la humildad siempre es enriquecedora. Eso sí, seamos protagonistas, que no nos lo cuenten. Si no lo hacemos así correremos el riesgo de que algunas mentes retorcidas puedan hacernos creer en una quimera sacando las cosas de su contexto natural. Ad astra.

lunes, 6 de enero de 2014

OED12 DISPONIBLE


En esta ocasión presentamos un nuevo número de El observador que es muy especial y que esperamos sea recordado durante mucho tiempo. Y no es para menos. Con motivo del 25 aniversario del “Catálogo de Estrellas Dobles Visuales” de José Luis Comellas (Equipo Sirius, 1988) presentamos una nueva versión actualizada y mejorada que esperemos sea tan útil y consultada como aquella primera. Hablar de José Luis Comellas, director honorífico de esta revista, es para muchos de nosotros como hablar de un padre que, paciente y lleno de ilusión, nos ha enseñado a observar a través del telescopio y a disfrutar con todos los objetos que encontrábamos siguiendo cada uno de sus sabios consejos. Evidentemente, uno de esos objetos fueron nuestras queridas estrellas dobles. Las descripciones que nos hacía de ellas eran maravillosas, sus tonalidades cromáticas, todos sus escondidos matices. Él supo transmitirnos ese amor y esa pasión por las estrellas dobles y quizás sea por eso que muchos de nosotros estaremos ya unidos a ellas el resto de nuestras vidas. Por este motivo actualizar su catálogo, el Catálogo de Estrellas Dobles Visuales de Comellas, es algo muy especial y al mismo tiempo emotivo para todos nosotros. Esperemos que en el trabajo realizado hayamos conseguido contagiar un poco de toda esa pasión que él nos transmitió.



El catálogo que presentamos es descargable en formato Excel y para acceder a él hemos diseñado una atractiva página web especial, en la que además, a modo de homenaje, ofrecemos una gran cantidad de notas biográficas e imágenes del profesor Comellas. Sin duda será un emotivo lugar de encuentro, un punto de reunión con el maestro, donde los usuarios podrán dejar incluso sus comentarios personales. Accede a este sitio haciendo clic en el siguiente enlace:

Como de costumbre, OED12 viene cargado de buenos e importantes artículos. En el área de caracterización astrofísica de nuevos pares de movimiento propio común, nuestros habituales Krawczenko y Lasgoity, desde la Argentina, nos ofrecen dos excelentes estudios en la línea de investigación de calidad que nos tienen acostumbrados. Por otro lado, el aspecto puramente observacional está perfectamente defendido por los ya veteranos observadores Ribé, Carro (desde California), Benavides y Granado (nuestra querida y valorada doblista, estrenando nuevo observatorio), quienes presentan precisas listas de medidas por lo general de estrellas dobles abandonadas. Muy destacable, por la innovación en la técnica de observación (lucky imaging + uso de filtro IR) el trabajo de nuestro compañero, coeditor de esta revista, Rafael Benavides. A todas estas observaciones hay que añadir los resultados de la quinta y sexta campañas del Proyecto SEDA-WDS: dobles abandonadas en Ursa Minor, Tucana, Corona Borealis y Volans, gracias a las aportaciones de otros diez observadores.


Nos gustaría hacer referencia al carácter cada vez más internacional de El Observador -hecho que nos llena de satisfacción-, en el sentido de poder publicar trabajos de numerosos autores cuyas lenguas maternas no son el castellano. En este número, son ejemplos representativos las aportaciones de  Gianluca Sordiglioni (Italia), Gianni Galli (Italia), Joerg S. Schlimmer (Alemania), Joseph M. Carro (Estados Unidos) y del astrofísico, experto en cuerpos menores, Mark Kidger (Inglaterra).

Incluimos en OED12 una nueva sección, como anexo a la sección Actualidad, destinada a difundir todas aquellas noticias relevantes concernientes a la Comisión 26 (estrellas dobles y múltiples) de la Unión Astronómica Internacional.

Para finalizar, nos gustaría comentar lo que sin duda será un hito dentro de la astronomía en un futuro cercano. Nos referimos a la labor que el telescopio espacial Gaia (lanzado el pasado 19 de diciembre) desarrollará durante los próximos cinco años. Los precisos resultados científicos de esta misión de la Agencia Espacial Europea (ESA) revolucionarán todas las especialidades astronómicas, entre ellas la nuestra, las estrellas dobles. Puede que aún no alcancemos a vislumbrar la verdadera dimensión de la revolución que se avecina; puede que no seamos capaces de asimilar que se ha dado el primer paso hacia una nueva astronomía; pero no habrá que esperar mucho para comprobarlo. Que quede constancia aquí de este vaticinio. Ad Astra.


Los editores