La noche es la mitad de la vida, y la mitad mejor. Goethe



domingo, 31 de marzo de 2013

MAUI INTERNATIONAL DOUBLE STAR CONFERENCE

Nunca es tarde si la dicha es buena, por eso no quisiera demorar más el dar cuenta de una importante reunión de doblistas celebrada entre los días 8 y 10 de febrero de este año, y que por falta de tiempo no me ha sido posible anunciar en tiempo, valga redundancia. Me refiero a Maui International Double Star Conference, que tuvo lugar en en el Instituto para la Astronomía de la Universidad de Hawaii (University of Hawaii’s Institute for Astronomy, Pukalani, Maui, Hawaii).  La convocatoria, principalmente regida por el incansable Russell M. Genet, tuvo un marcado carácter Pro-Am (afortunadamente, este tipo de reuniones están cada vez más extendidas) reuniendo a destacadas personalidades profesionales y amateurs involucradas con las estrellas dobles. Como interesante atractivo, no hay que dejar de lado el marco incomparable del lugar de la celebración, para conseguir un exquisito equilibrio entre ciencia y turismo.
Foto de familia frente a la sede del congreso. Fuente: web del evento.

El simposio abarcó muchos aspectos de la astrometría de las estrellas dobles, a través de conferencias invitadas y contribuciones mediante póster: instrumentación específica para estrellas dobles, observaciones, análisis orbital, catálogos, organizaciones, revistas especializadas e investigación de estudiantes a varios niveles.
Se discutieron técnicas observacionales, desde los simples oculares astrométricos, pasando por la astrometría CCD de pares débiles y, por supuesto, sin olvidarse de las técnicas de alta resolución abarcando todas las variedades de la interferometría.
Muchas de las ponencias fueron impartidas por estudiantes y doblistas no profesionales que hicieron repaso de sus observaciones realizadas con telescopios modestos. En el otro extremo, no faltaron conferencias que trataron sobre observaciones de binarias muy cerradas utilizando, por ejemplo,  el telescopio de 3,5 metros WIYN en Kitt Peak o el histórico telescopio ruso de 6 metros del Special Astrophysical Observatory. Se otorgó especial consideración a la participación de estudiantes, graduados y universitarios, en programas de observación de estrellas dobles, como una potente herramienta en su  formación científica, fomentando la investigación y la posterior publicación de sus resultados en revistas especializadas.
La extensa lista de conferenciantes y temas expuestos puede ser consultada en la página del evento, donde, además de la agenda, la organización, ha puesto a disponibilidad de los interesados las presentaciones y los videos de las conferencias.
Quisiera comentar en especial la conferencia de mi colega R. Kent Clark (a quien por fin he podido poner cara), editor del Journal of Double Star Observations (JDSO), quien hizo un repaso por los artículos más destacados y novedosos publicados en JDSO desde que inició su andadura en 2005. Por cierto, me llevé una agradable sorpresa, al ver que en su conferencia, titulada Latest trends in double star astronomy in the JDSO, hacía referencia a uno de mis artículos, mostrando incluso una imagen de mi observatorio. De alguna manera, y gracias a este detalle de mi colega (¡gracias por considerar que mi trabajo era digno de mención!), puede decirse que también estuve en Hawaii, aunque fuera de manera virtual. Dejo el video de Kent.
 
Interesante también el anuncio de la publicación de un libro titulado The Double Star Reader, cuyos editores son el propio Kent Clark , Russell M. Genet, Jolyon M. Johnson, Vera Wallen y Eric Weise. El texto recoge una selección de artículos relevantes publicados en JDSO y es una forma de desempolvar temas interesantes para que sigan vigentes por más tiempo (como co-editor de OED, me ha parecido una más que interesante iniciativa que habrá que valorar en un futuro). Además, cuenta con el aliciente de que el prefacio ha sido escrito por el mismísimo Brian Mason. Sin duda será un volumen que estará en mi estantería por el valor documental de lo que se ha estado haciendo en estrellas dobles en los últimos años. Informaré del contenido y de la forma de compra en cuanto esté totalmente disponible. Esta es la portada:
 
 

Los editores del nuevo libro. De izquierda a derecha: Weise, Wallen, Johnson, Clark y Genet. Fuente: web del evento.
 

Aprovecho para comentar que desde hoy mismo está disponible el nuevo número de primavera de JDSO, donde se hace un exhaustivo repaso de este encuentro mediante un magnífico reportaje firmado por el principal promotor, Russell M. Genet.
Para finalizar, quisiera felicitar a los organizadores por el éxito de la convocatoria y decir que este tipo de encuentros se seguirán haciendo en el futuro y adelanto que hay muchas posibilidades de que en 2014 se celebre otra edición en Europa, más concretamente en España, y afinando más aún, en Barcelona (gracias a Florent Losse por la información que me ha llegado en el mismo momento de terminar este escrito). A ver si en esta ocasión participo, pero no de manera virtual. Ad Astra.


miércoles, 20 de marzo de 2013

LA VIEJA ESCUELA

Siempre he sido un devoto empedernido de las tertulias;  sobre todo, de las no programadas, de las que surgen obedeciendo a la ley natural de la comunicación humana; de esas, en fin, en las que los tertulianos nunca antes se habían visto. La tasa de afinidades entre la concurrencia define a su vez el grado de interés de la conversación en ciernes, produciéndose en ocasiones  -las mejores- un alto grado de efervescencia, incluso de pasión,  durante el diálogo. Así, el azar propicia reuniones que dejan un regusto sabroso, y por qué negarlo, mejor si se acompañan con un vino digno de la ocasión. 
El vienes acudí a otra de las deseadas conferencias de mi amigo Fernando Muñoz Box.  En esta ocasión, el marco fue la Casa de Galicia en Valladolid y el título de la charla, Astronomía y Astrología. Momentos antes del comienzo de la disertación, me presentaron al Vicepresidente Segundo de la Casa de Galicia, el señor Francisco Villares Ortuño. Su rostro me resultaba muy conocido, pero en un principio no acerté a saber de qué. Unas cuantas cábalas por ambas partes y en unos momentos conseguimos situar nuestra relación pretérita: el señor Villares, virtuoso donde los haya en el manejo de la cuerda y de la tiza como herramientas para trazar en la pizarra, fue mi profesor de dibujo en la Escuela Universitaria Politécnica de Valladolid, hace ya más de treinta años. De hecho, Villares goza ya de las mieles de la jubilación. Un encuentro entrañable que rescató del recuerdo torrentes de vivencias de los dieciocho años. Cómo pasa el tiempo...
En estos momentos previos también me presentaron a otro profesor retirado de la universidad, el señor Jesús Fernando Martínez Hernando (doctor en matemáticas), quien durante los últimos veinte años había dado clase en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Valladolid.
Como ya nos tiene acostumbrados, Fernando Muñoz Box impartió una charla espléndida, poniendo de manifiesto las diferencias entre la  Astronomía y la Astrología. Y lo hizo de una manera sutil y exquisita, y siempre desde la comprensión, aunque tajante a la hora de diferenciar Ciencia de superchería.  El tiempo destinado a las preguntas estuvo muy animado, e incluso participé en algunas de las cuestiones que se plantearon.
Fernando Muñoz Box explicando el fundamento astronómico de la Zona Zodiacal.
Sobran las palabras: esta diapositiva es autoexplicativa.
Tras la conferencia, pudimos degustar -en el bar de la institución-  un exquisito pulpo a la gallega regado con ribeiro de la tierra, mientras que el grupo (todos del círculo de Muñoz Box), muy nutrido y académico, por cierto, charlaba animadamente como corresponde a un relajado viernes por la tarde. Y aquí es donde comienza el relato que propicia el título de este artículo. Hablando con Jesús Fernando, el profe de matemáticas, me dijo que estudió la carrera en la Universidad de Santiago de Compostela. Para remate -y aquí se me erizó el vello-, apuntó que fue alumno durante unos meses del Padre Ramón María Aller Ulloa, ya octogenario, allá por el año 1962, si no me traiciona la memoria. Hablar del padre Aller, es hablar del pilar de las estrellas dobles en España (sin olvidar a José Comas y Solá), así como de la escuela de grandes duplicistas profesionales nacidos al amparo del Observatorio de la Universidad de Santiago de Compostela. De hecho, esta veterana institución aún hoy sigue siendo punta de lanza y referencia internacional con José A. Docobo y sus colaboradores. Por ello, cuando estoy hablando con alguien que ha conocido al Padre Aller, me impregna una gran dosis de sana envidia y evoco aquella época sencilla donde faltaba casi todo y casi todo se suplía con inteligencia, perseverancia y pasión por las estrellas dobles.
Ramón María Aller Ulloa a los 55 años.
Mi conversación con Jesús Fernando se alargó. De hecho, nos quedamos solos al amparo de otro tazón de vino. Aún quedaban más detalles interesantes: también fueron sus profesores Rafael  Cid Palacios, Enrique Vidal Abascal y Antonia Ferrín Moreiras, quienes junto a Juan Antonio Zaera de Toledo y Jesús Manuel Costa Seoane conforman la Vieja Escuela de los doblistas españoles. Hablar de la obra de todos estos grandes sería una ardua tarea, pero es de rigor decir que la mayoría destacaron en el cálculo de órbitas de estrellas dobles y en el desarrollo y mejoras de los métodos  aplicados en su cómputo, así como en la medición micrométrica de estrellas dobles.
De izquierda a derecha: Enrique Vidal Abascal, Ramón María Aller y Rafael Cid Palacios.
El padre Aller junto a Antonia Ferrín Moreiras, la primera Doctora en Astronomía española.
El Observatorio de la Universidad de Santiago de Compostela, hacia 1948.
Para terminar, transcribo la anécdota que fue la guinda que coronó el pastel de la tarde (en realidad ya noche) del viernes. Mi contertulio me contó que en su época de estudiante vivía cerca del Observatorio de Santiago y que un día vio al octogenario Padre Aller exhibiendo un aparente extraño comportamiento, pues caminaba por la calle mientras hacía girar, cadenciosamente, un bolígrafo entre los dedos índice y pulgar de ambas manos. ¿La razón? Iba enrollando a modo de carrete improvisado un largo hilo de seda de araña, de esos que solemos ver en primavera al capricho de la brisa, cuando el Sol revela su existencia etérea. Enseguida, antes de que terminara su relato, caí en la cuenta: el hilo de seda de araña era la tradicional y eficaz materia prima (usada desde los tiempos de J. Herschel) para poner en el foco de los micrómetros filares destinados a la medición micrométrica de estrellas dobles. El hecho de que Ramón María Aller, a una edad tan avanzada, aún se obstinara en recolectar hilos para los micrómetros, señala su eminente carácter de astrónomo de pura cepa, de valía y de pasión por las estrellas dobles.
En fin, haciendo balance, no se puede pedir más: excelente conferencia, nuevos amigos, charla amigable y viaje al pasado, a la vieja escuela. Ad Astra.
 

jueves, 7 de marzo de 2013

COMMISSION 26 CONSULTANT

He querido dejar pasar unos días para asimilar la extraordinaria noticia que recibí el pasado lunes día 4 de marzo y que me ha tenido la mente ocupada, ciertamente, con una gran satisfacción. A media mañana me llegó un e-mail de Brian Mason en el que se me comunicaba que había sido nombrado Consultant (consejero, asesor) de la Comisión 26 (Estrellas Dobles y Múltiples) de la Unión Astronómica Internacional (UAI o IAU si lo escribimos en inglés). Sencillamente, no podía creer lo que estaba leyendo y el corazón me dio un vuelco aderezado con agradables escalofríos. Sin duda alguna, este ha sido el mayor estímulo que he recibido a lo largo estos años de dedicación a la astronomía, y muy en particular a mis queridas estrellas dobles.
Modestia aparte, me veo en la necesidad de divulgar la noticia más allá del mero reconocimiento a mi labor o trayectoria. Efectivamente, este hecho supone un gran éxito para la comunidad no profesional dedicada a la astronomía de las estrellas dobles: por lo que yo sé, es la primera vez que astrónomos amateurs ingresan en la Comisión 26 con nombramientos oficiales propuestos, debatidos y finalmente aceptados por los miembros profesionales. A mi entender, esta es la gran noticia a celebrar. Se reconoce la labor no profesional y se premia, afianzando los lazos Pro-Am al más alto nivel posible. Los doblistas estamos de enhorabuena, pues.
Esta situación coincide con la llegada a la Presidencia de la Comisión 26 de Brian Mason, responsable del catálogo WDS y eterno favorecedor, defensor y benefactor de todos nosotros y de nuestra labor al servicio de las estrellas dobles. Desde aquí, mi agradecimiento más profundo, el cual hago extensivo en nombre de todos los compañeros dedicados a desdoblar el firmamento.
IAU logo
        IAU Commission 26
   Binary and Multiple Stars
(Etoiles Doubles et Multiples)

Otros tres compañeros me acompañan en este nuevo capítulo de mi novela: Florent Losse (Francia), Giuseppe Micello (Italia) y Kent Clark (Estados Unidos) también han sido nombrados con el mismo cargo. Los tres son sobradamente merecedores de este reconocimiento, y ahora desde este medio, vuelvo a darles mi enhorabuena.
Deseo agradecer de corazón las palabras generosas de todos los compañeros  que de una u otra forma se han alegrado conmigo de la noticia. En particular a mi compañero y querido amigo Juan Luis González Carballo, tan pasional y sentido, quien ha escrito una efusiva entrada en La Décima Esfera comentando esta historia.  
Ad Astra.